Por: Luis Miguel Montufar –
Asistente Legal, Firma Víctor Mosquera Marín Abogados.
Resumen
Este artículo está
basado en el reconocimiento que se le hace al doctor Benjamín Ferencz por el
logro alcanzado después de la Segunda Guerra Mundial, debido que fue el
investigador y Fiscal Delegado de procesar a 22 de los responsables de las
ejecuciones o asesinatos de miles de millones de judíos y otros grupos de
personas en los juicios de Nuremberg, así como también el encargado de lograr
un acuerdo para indemnizar a las víctimas y sobrevivientes que dejó la Alemania
nazi tras la segunda guerra mundial. Pero no todo termina ahí, dado que
Ferencz desde 1970 ha luchado por buscar mecanismos internacionales que
proscriban y castiguen la guerra, los delitos de lesa humanidad, los delitos de
guerra y el genocidio.
Abstract
This article is based on the recognition given to Dr.
Benjamin Ferencz for his achievements after the Second World War, as he was the
investigator and delegated prosecutor to prosecute 22 of those responsible for
the executions or murders of billions of Jews and other groups of people in the
Nuremberg trials, as well as the one in charge of reaching an agreement to
compensate the victims and survivors left by Nazi Germany after the Second
World War. But it doesn't end there. Since 1970, Ferencz has fought for
international mechanisms to outlaw and punish war, crimes against humanity, war
crimes and genocide.
Desarrollo
Se
trata de uno de los hombres con el más alto grado de experiencia en los temas
relacionados con los “juicios de Núremberg” o como lo hace llamar la Associated
Prees “El mayor juicio por asesinato de la historia”, ya que en estos procesos
Ferencz ocupó el cargo de Fiscal en Jefe.
Nació
en Transilvania, en el seno de una familia húngara, pero fue criado en la
ciudad de Nueva York, Estados Unidos, a donde migró su familia con el fin de
evitar la persecución de los judíos húngaros por parte de Rumania. Tras años y
años de gran dedicación y esfuerzo, logró ser el primer miembro de su familia
en ir a una universidad, en donde becado logró entrar Universidad de Harvard y
cursar en esta el programa de Derecho.
Culminados sus estudios en la Facultad de Derecho de Harvard y habiéndose
iniciado la Segunda Guerra Mundial, Ferencz tomó la decisión de unirse al
ejercito de los Estados Unidos, en donde formo parte del 115 Batallón de
Cañones AAA, la cual era una unidad antiaérea. Estando en combate recibió la
noticia de que iba a ser trasladado a una sección que había sido creada
recientemente, la sección de fiscales militares del tercer batallón del General
Patton, que tenía por objetivo recopilar todo tipo de información que le fuera
útil a la unidad, para de forma establecer la comisión de crímenes de guerra.
Al terminar
la Segunda Guerra Mundial (SGM), Benjamín Ferencz fue transferido por parte del
ejército de los EE. UU. a la división de investigaciones de crímenes de guerra,
en donde se encargó de alrededor de cincuenta grupos de investigadores que tenían como tarea fundamental la de buscar,
clasificar y analizar pruebas. También dirigió la búsqueda de información
y archivos alemanes, como pruebas para utilizar ante el tribunal militar
especial en Nuremberg, en el que fungió como investigador y Fiscal.
A partir de
las investigaciones realizadas y analizadas por parte del grupo de
investigadores que Benjamín Ferencz tenía a su cargo, se descubrió información
que revelaba los cientos de miles asesinatos a judíos y otros grupos de
personas por parte de la policía de seguridad alemana y del SD, conocidos como
Einsatzgruppen.
Benjamín
Ferencz, tan solo tenía veintisiete (27) años, cuando llevó por primera vez un
caso a juicio, en donde procesó alrededor de veintidós (22) oficiales de las SS
que pertenecían y servían al grupo denominado Einsatzgruppen de la policía
alemana. Fue posible procesar a estas personas gracias a los testimonios, documentos
y archivos alemanes de guerra, los cuales pertenecían a la información
recolectada por parte de los grupos de investigación. Estas veintidós (22)
personas fueron acusados por Ferencz de cometer delitos de guerra y delitos de
lesa humanidad, de los cuales veinte (20) fueron declarados culpables de estos
delitos y los otros dos (2) solo de cargos menores.
Ferencz
logró en los juicios, el mayor número de condenados a la pena capital, más que
en ningún otro de los procesos de Nuremberg, debido a que con su ardua labor investigativa
consiguió guiar al Tribunal Militar Especial
de Nuremberg y, de esta forma, se impusiera la condena de muerte a catorce (14)
de los oficiales de las SS.
Con el objetivo de luchar por las víctimas que dejó la comisión de todos estos
crímenes de guerra, los cuales fueron perpetrados por los nazis, Ferencz fue
asignado como Director de la Organización para la Restitución de los Sucesores
Judíos, la cual tenía como propósito asistir y ayudar a todas las víctimas y
sobrevivientes para que estas pudiesen recuperar las propiedades que les fueron
hurtadas por la Alemania nazi. Asimismo, Benjamin Ferencz logró otro triunfo
fundamental, puesto que en el año 1950, formó parte de un grupo negociador que
alcanzó un acuerdo para indemnizar a las víctimas de los nazis.
Su
intención después de terminada la Segunda Guerra Mundial siempre fue la de la
creación y promoción de una institución u órgano internacional que ayudara a
dirimir los conflictos entre Estados, esto con el objetivo de que nunca más se
tuviese que recurrir a la guerra y la barbarie. Por tal motivo, impulsó la
creación de un código penal internacional, como también el de una Corte Penal
Internacional para que fuera en esta, que resultaría ser de máxima instancia,
fueran tratados todos los temas relacionados a crímenes de Guerra y crímenes de
lesa humanidad.
Dadas
sus iniciativas, las cuales siempre fueron sustentadas a través de libros y
artículos – Muchos de ellos presentados ante funcionarios de las Naciones
Unidas (ONU) – logró su objetivo en el año 1998 “cuando los estados miembros
de la ONU aprobaron el Estatuto de Roma sobre el Tribunal Penal Internacional.
Este estatuto estableció el Tribunal Penal Internacional y definió los delitos
que estarían dentro de su jurisdicción, específicamente el genocidio, los
delitos contra la humanidad y los delitos de guerra”[1].
Gracias
a su contante lucha y esfuerzo por prevenir el Genocidio, el Doctor Ferencz, ha
recibido múltiples condecoración y reconocimientos. En el año 2009 recibió el
Premio Erasmus el cual es otorgado por la junta directiva de la Fundación
Praemium Erasmianum a personas o instituciones que han realizado contribuciones
excepcionales a la cultura , la sociedad o las ciencias sociales en Europa y el
resto del mundo; es uno de los reconocimientos más destacados de Europa. En el
año 2019, el reconocido artista Yaaco Heller en honor al trabajo realizado por
el Doctor Ferencz en contra del Genocidio. En el año 2017, se le puso su nombre
a una calle principal en el municipio de La Haya, en donde se señaló que el
Doctor Ferencz era “uno de los testaferros de la justicia internacional”.
[1] https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/ben-ferencz-and-the-fight-for-international-justice.
Enciclopedia del holocausto.
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